LA OBRA LA DIVINA COMEDIA

miércoles, 8 de diciembre de 2010

DE DANTE ALIGHIERI

EL INFIERNO.
Perdido dante en la selva oscura, una pantera, un león y una loba le interceptan el paso. Beatriz (la gracia o sabiduría divina) envía en su ayuda a su poeta favorito, Virgilio, que le ampara y se le ofrece como guía.
Después de pasar el aqueronte penetran en el infierno. Recorren los nueve círculos concéntricos infernales, que van estrechándose en forma de un inmenso embudo, donde están los condenados sufriendo penas horribles. La cúspide de este cono invertido coincide con el centro de la tierra. En lo mas profundo del anfiteatro infernal se halla lucifer. Dante y Virgilio interrogan a los condenados, que sufren penas terribles en relación a sus culpas.
En esta descripción del infierno, dante pinta episodios de una grandeza incomparable. Es el compendio de todo cuanto en la edad media se imagino sobre los suplicios de ultratumba. Citamos, por su especial patetismo, la escena de Francesca de Rimini y el Conde Ugolino condenado a devorar a sus propios hijos. Dante se encentra en el infierno con personajes históricos y contemporáneos, con amigos y enemigos, sobre los que lanza su tormento y su juicio implacable.
EL PURGATORIO.
Por la puerta de san pedro ascendieron a un monte, lugar donde se purifica el espíritu. Es el purgatorio, compuesto por nueve círculos o grados en forma crónica. Por ellas suben las almas, y en cada círculo se purifican de un pecado. En la grada más alta se encuentra la entrada al paraíso. Para entrar en el purgatorio las almas se reúnen en la desembocadura del Tiber. Guarda la puerta catón símbolo de la moral pagana. Dante describe las penas de los condenados con esperanza.
EL PARAIZO.
Llegan al paraíso. Encuentra a Beatriz y Virgilio desaparece, ya que, como pagano, no puede acompañarle a la tercera mansión. Beatriz y dante son transpor6tados a las mansiones celestiales, formadas por nueve círculos, donde los bienaventurados gozan de la inefable presencia de dios. Cada círculo es una esfera que envuelve otras inferiores. En el octavo cielo ve a los espíritus triunfantes: “La Virgen Maria”, el “arcángel san Gabriel”, los bienaventurados. El noveno o cristalino representa a las jerarquías angélicas.
Luego viene el empíreo, pero a Dante le faltaron las fuerzas al querer expresar directamente la visión a Dios.
Beatriz ocupa su trono celestial, y a los ruegos de san bernardo, consigue el poeta vislumbrar la luz eterna de la esencia divina. Beatriz resulta divinizada por la fantasía de Dante como en sus poesías de la Vita Nouva.


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